Tuesday, January 19, 2010
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Wednesday, February 04, 2009
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Saturday, January 27, 2007
La venganza
Antonio Hernáez analiza las posibles reacciones tras los atentados contra las Torres Gemelas, del 11 de septiembre de 2001.
Después de las estremecedoras imágenes de los atentados del martes 11 de octubre en Nueva York, las reacciones de la gente más distinta han seguido un camino bastante parecido, marcado en gran medida por los impulsos propios de la condición humana y mediatizados - voluntaria o involuntariamente - por las imágenes y los comentarios de los medios de comunicación.
Desconcierto e incredulidad. Rabia, estupor, impotencia, indefensión. Pena por las personas y las familias. Valoración del daño causado. Cálculo mental del número de víctimas. Solidaridad en la "necesidad de hacer algo" ante tal ataque. Sensación de que esto nos afecta más de cerca de lo que puede parecer. Analizar las reacciones de los que tiene que tomar decisiones. Apoyar básicamente esas decisiones. Sentimientos de emoción ante las reacciones colectivas de exaltación al "héroe". Acercar mentalmente el suceso y pensar que hubiera hecho yo de haber estado allí. Seguir día a día las reacciones y las historias personales más emotivas de los afectados. Etc. etc.
Van pasando los días y.... es impresionante la capacidad que tenemos de olvidar la tragedia ajena. Muchas veces, en lugar de aprender de ella para tratar de aportar algo a nuestra experiencia vital, nos limitamos a ir sintiendo cada vez menos pena e incluso a pensar que afortunadamente les ha tocado a otros ( o dicho menos fuerte: menos mal que no me ha tocado a mi).
Es también impresionante ver como el sufrimiento y el dolor (ajenos) se transforman rápidamente en términos políticos o económicos, costes, evolución del mercado bursátil, etc. Incluso hay quien ya piensa en los beneficios económicos de la reconstrucción, en que eso aumentará el PIB... y no digamos en los chistes, fáciles o ingeniosos, que pronto iremos viendo.
Pero ha habido un ataque. Esto no puede quedar así y hay que buscar culpables. La tendencia natural humana es buscarlos fuera y lejos, procurando en lo posible aniquilarlos por la fuerza y pronto, tratando de dar a la opinión pública una explicación y una sensación de fortaleza, de resolución.
Ya he dicho, y se ha visto por las encuestas y las reacciones de la gente, que en general se apoya al que toma las decisiones, sobre todo si están guiadas por el sentimiento inicial. Pero pienso que lo que ha pasado en esta ocasión es muy serio, y que requiere un tratamiento más profundo. Podría decirse: "de acuerdo, pero eso llevará tiempo, y hay que reaccionar ahora". Sí, es cierto, pero hay que ser lo suficientemente profundo y rápido para no acometer acciones de consecuencias irreparables.
Pienso que la respuesta inicial y mantenida durante unos cuantos días que se ha transmitido a los norteamericanos y a sociedad occidental es: VENGANZA. Camuflada o matizada, o suavizada por la "legítima defensa", pero Venganza. Y en mi opinión esto es un error de fondo que YA está cometido, y que traerá consecuencias irreparables (más irreparables cuanto más se persista en este mensaje).
Si además la venganza pasa a la acción, será otro error (ya no sólo de fondo) y traerá otras consecuencias, seguramente más irreparables.
Afortunadamente también se han transmitido otros mensajes de patriotismo, solidaridad y visión de futuro optimista.
Es evidente que hay que tomar medidas serias y profundas, pero no sólo lejos y fuera, ni sólo de protección exterior y desconfianza. Creo que las medidas tienen que pensar también en lo que está más dentro y más cerca. Trataré de explicarme brevemente: en mi opinión el mal mayor no es la destrucción del World Trade Center, ni -entiéndaseme en el contexto- las víctimas de los atentados. El mal mayor puede estar en cómo afecte el hecho a los millones de personas que se sienten afectados por él. Por eso las medidas que se tomen tendrían que tener en cuenta, principalmente el talante de los niños y jóvenes sobre los que se apoyan las esperanzas de un país y de todo el mundo.
Es loable que los jóvenes se alisten para defender a su país. Pienso que eso supone muchos valores. Pero no es nada loable que el alistamiento sea para la venganza.
No es fácil actuar en el corto plazo teniendo en cuenta estas cosas tan importantes. Hay muchos, demasiados, intereses creados. Siempre es más fácil destruir que construir (como ya se ha visto). No voy a aportar ahora posibilidades teóricas en positivo, pero sí que me veo obligado a decir que la venganza es un cimiento frágil para la construcción de cualquier proyecto. Y ahora estamos cimentando el siglo XXI.
A veces se confía sólo en las instituciones educativas para la educación de los niños, adolescente y jóvenes, pero que duda cabe que sucesos de esta envergadura, y la reacción de los gobernantes, de los medios de comunicación (omnipresentes en su afán de informar) y de los adultos en general de los que los más jóvenes toman sus opiniones, son instrumentos más poderosos que la escuela para formar a las nuevas generaciones.
Sunday, December 31, 2006
Pronto un nuevo santo
Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona escribe sobre la próxima canonización del Beato Josemaría.
( Diario de Navarra, 23.XII.2001)
( Diario de Navarra, 23.XII.2001)
En Pamplona hemos recibido con alegría la noticia de que el Santo Padre ha firmado el decreto por el que se reconoce la existencia de un milagro atribuido a la intercesión del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer. Una vez superada esta exigencia, que es rigurosamente comprobada por varios tribunales de peritos, el Santo Padre, en un Consistorio Público, fijará la fecha de la canonización.
El Beato Josemaría estuvo varias veces en Pamplona, aquí desarrolló una de sus obras más importantes y queridas, la Universidad de Navarra, en la que se instruyen científica y profesionalmente con una clara y firme conciencia católica varios miles de estudiantes. Al amparo de la Universidad han crecido instituciones importantes como la Clínica Universitaria, de reconocido prestigio internacional.
Más importante que todo esto es el gran número de fieles cristianos de nuestra Iglesia de Navarra que viven su vida cristiana con la ayuda de las enseñanzas del Beato Josemaría y la asistencia de la Prelatura del Opus Dei. Para ellos y todos los cristianos de Navarra la próxima canonización del Beato Escrivá de Balaguer será causa de gran alegría y de nuevo impulso para la santificación y el apostolado.
El acto de canonización de fiel cristiano tiene una importante significación para toda la Iglesia. El Santo Padre, en ejercicio de su ministerio universal y de su magisterio infalible, presenta la vida de un cristiano como fiel discípulo de Jesucristo, ejemplo valioso de santidad cristiana, digno de imitación y capaz de interceder por nosotros desde el Cielo.
El Beato Josemaría Escrivá de Balaguer recibió la misión de difundir algo tan sencillo y tan importante como la vocación universal de todos los cristianos a la santidad y la posibilidad de santificarse ejercitando heroicamente las virtudes teologales en las ocupaciones de la vida ordinaria, en la vida familiar y en el ejercicio de la vida profesional, todo ello guiado y transfigurado por la caridad cristiana.
Este mensaje es provechoso no sólo para los miembros de la Prelatura, sino para todos los cristianos que por los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación han sido vinculados a Cristo y son enriquecidos por el don del Espíritu Santo. La sociedad necesita, ahora como siempre, cristianos fervorosos y heroicos que manifiesten la bondad de Dios y la hermosura de la humanidad redimida a ras de tierra, en una vida familiar santa, en el ejercicio desprendido y caritativo de la vida profesional y en el desarrollo de una convivencia social sustentada en la verdad y en el amor. De este modo, los cristianos están llamados a ser el oxígeno y la salud espiritual del mundo en que vivimos.
Es posible que con el Beato Josemaría sean también canonizados otros beatos, como el Padre Pío o el indio Juan Diego. Estas canonizaciones muestran la vitalidad de la Iglesia, la actualidad del Evangelio de Jesucristo, la acción poderosa del Espíritu de Dios en nuestro mundo. Todos estamos llamados a la santidad y al apostolado. Que el nuevo Santo nos aliente a todos a responder generosamente a las llamadas del Señor, viviendo santamente, en comunión con la Iglesia universal y local en la piedad y en el amor al prójimo. Esta buena noticia viene a enriquecer la Buena Noticia de la Navidad, fuente de alegría y esperanza para toda la Iglesia y para la humanidad entera.
Saturday, December 30, 2006
Profesores coherentes
Recientemente, el pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha desestimado la petición de inconstitucionalidad de unos artículos del Acuerdo firmado entre el Estado español y el Vaticano en 1979, para designar los profesores de Religión y el contenido de esa asignatura. Esta decisión se produce cuando el Gobierno tiene previsto aprobar el Decreto que regula los profesores de Religión de la LOE, en unos términos que la Conferencia Episcopal considera contrarios al Acuerdo ahora refrendado por el TC.
El caso es una profesora de religión a quien las autoridades eclesiásticas no renovaron el contrato cinco veces consecutivas, por mantener una relación afectiva con un hombre que no era su marido. Rechazada su demanda en el juzgado pertinente, la docente recurrió al Tribunal Superior de Justicia que elevó el caso al TC para que determinara si los artículos del Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales citados anteriormente se ajustan a la Carta Magna.
El TC expresa que "ha de corresponder a las confesiones la competencia para el juicio sobre la idoneidad de las personas que hayan de impartir la enseñanza de su respectivo credo". Indica que esta elección no tiene qué ceñirse a "los conocimientos dogmáticos o las aptitudes pedagógicas", sino que puede extenderse a la conducta de los profesores "en la medida en que el testimonio personal" supone "un componente definitorio de su credo", hasta el extremo de que es "determinante" para la docencia.
Añade que la capacidad de las autoridades eclesiásticas para elegir a las personas que impartan la docencia constituye una garantía de que no hay injerencias del Estado y señala que "la exigencia de la Declaración Eclesiástica de Idoneidad para poder impartir" la enseñanza religiosa en los centros "no puede estimarse irracional o arbitraria". Subraya que no es cuestionable que la enseñanza religiosa la impartan profesores elegidos por el Obispo.
La Constitución establece que el Estado es aconfesional, que los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad y mantendrán relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones. Esto es acorde con los convenios firmados entre la Iglesia y el Estado, cuyo carácter de tratado internacional vincula nuestro orden jurídico.
Siendo la asignatura de religión de naturaleza confesional, parece justo pedir a quienes la imparten una coherencia entre sus enseñanzas y su vida, dada la especial naturaleza de la disciplina. La Iglesia no obliga a nadie a ser profesor de religión. Exige a los candidatos unas aptitudes académicas y un estilo de vida, congruente con la fe. No es constitucional obligar a vivir virtuosamente y uno es libre para vivir como desee; y la Iglesia lo es para determinar las formas de vida que no son congruentes con el testimonio que requiere enseñar religión.
Y lo mismo ocurrirá con un profesor de la religión musulmana: no podrá comer ante sus alumnos unas lonchas de jamón con vino, negar que existe un único Dios y que Mahoma es su profeta o, si es mujer, presentarse a dar clase en short. Y así como la inspección de un instituto podrá sancionar al profesor de matemáticas que se dedique a enseñar literatura, el de religión católica tiene que explicar conforme al Credo católico y vivir de modo acorde a la fe de la Iglesia, que es quien le nombra y respalda su idoneidad.
Un supuesto progresismo polemiza de modo artificial para desprestigiar a la Iglesia,atacar convicciones que no coincidan con las suyas, con la pretensión de imponer a todos sus planteamientos. Cualquier motivo sirve para confundir (el TC ha tenido que redactar una nota aclaratoria) y promover un escándalo ficticio contra una institución que, sencillamente, exige a sus profesores unidad entre lo que enseñan y como viven. En ese contexto, las descalificaciones a los obispos de «talibanismo» y nacionalcatolicismo se caen por sí mismas.
Es lógico –ocurre en países como Alemania, Italia o Reino Unido- que no sea idóneo para enseñar religión católica quien se aparta en su conducta de la fe. Lo contrario es ilógico: no se puede ser una cosa y la contraria. Es sentido común. Nadie pide a un profesor de religión que sea cura, monja, o seglar sino que sea coherente: “enseñar con el ejemplo”. Pienso que no es necesario ir a tan alto tribunal para una verdad de Perogrullo.
Carlos Moreda de Lecea
Monday, December 11, 2006
Índice de artículos de Carlos Moreda de Lecea
- Profesores coherentes.
- Pluralidad en la educación (sobre la coeducación).
Friday, December 08, 2006
Pluralidad en la educación
Poner en duda la coeducación, es decir, cuestionar las ventajas e inconvenientes de los colegios y clases compartidas por niños y niñas, conlleva, a menudo, ser considerado retrógrado o contrario a la democracia.
El pensamiento políticamente correcto anatematiza aquello que no encaja en sus dogmas. Y éste de la educación conjunta es uno de sus favoritos, a pesar de que padres y maestros comprueban a diario las notorias diferencias que, en determinados tramos de edad, sobre todo en la adolescencia, existen entre un niño y una niña, lo que obviamente repercute en la convivencia de los alumnos y en el rendimiento académico.
No estoy en contra de la educación mixta sino contra su consideración como un dogma intocable, en vez de ser una opción educativa más. Su objetivo, la igualdad entre los sexos, es razonable pero ¿ese es el camino que lleva a la igualdad? La educación exige adaptarse a las necesidades del educando. La separación de niños y niñas es un criterio pedagógico defendido por muchos expertos, con serios estudios, y tan rigurosos como los que se basan en la enseñanza mixta. Actualmente, muchas tendencias se están replanteando este dogma y aceptan algo evidente: niños y niñas son diferentes y, en consecuencia, precisan de una educación diferenciada.
Hay décadas de investigación en la neurociencia, en genética, en psicología que demuestran las diferencias entre el varón y la mujer en sus propia estructura cerebral; y explican cómo las diferencias entre los sexos, en sus aptitudes, formas de sentir, de trabajar, de reaccionar, “no son sólo por unos condicionamientos culturales, sino que son innatas” (Steven Rhoads).
Las diferencias entre chicos y chicas pertenecen al orden natural y biológico e inciden de forma directa en su desarrollo personal, emocional e intelectual. Está demostrado que ellas maduran biológica y psicológicamente antes que ellos “debido a las diferencias cerebrales que se dan, ya desde el seno materno, entre los diferentes sexos” (Hellen Fisher). La diferente temporalidad en la maduración de niños y niñas provoca a su vez diferencias palpables en el rendimiento académico de unos y otras. También son distintas la socialización y las capacidades en ellos y en ellas. Ignorar estas diferencias afecta a la igualdad de oportunidades e impide que niños y niñas desarrollen lo más posible las potencialidades propias de su género, según sus características psicológicas, somáticas y personales.
Recientemente, el Tribunal Supremo, ha confirmado que la enseñanza separada de niños y niñas no es discriminatoria por razón de sexo ni atenta contra el principio de igualdad de la Constitución. El pleito ante el Supremo fue llevado por una supuesta incompatibilidad entre la separación de los alumnos por sexo con los principios de la enseñanza concertada.
El Alto Tribunal confirma otras sentencias de los Tribunales Superiores de Andalucía, Asturias, Cataluña, Aragón, La Rioja, Castilla La Mancha y la Audiencia Nacional y sienta precedente jurisprudencial. El Supremo deja claro que la educación diferenciada no es discriminatoria y sí es abusivo denegar subvenciones a un centro por escolarizar sólo niños o sólo niñas. Tras los sucesivos varapalos conviene que los poderes públicos respeten la libertad de quien no piensa como ellos.
El Estado no debe sustituir a los padres en el derecho constitucional a educar a sus hijos según sus convicciones. En una sociedad cada vez más plural una opción educativa única no parece deseable. La educación diferenciada es una opción libre de cada familia, y el Estado no debe dar un único modelo educativo a toda la sociedad: igualdad no es uniformidad y la equidad es tratar de modo desigual a los desiguales.
Carlos Moreda Lecea