Sunday, December 03, 2006
BRAVAL, cohesión social en un barrio multicultural
Noticia sobre el centro de actividades que ha impulsado la ONG Iniciatives de Solidaritat i Promoció, dirigida a los jóvenes del Raval, un barrio de la parte vieja de Barcelona, en donde se acumulan los inmigrantes.
Sus objetivos son promover la cohesión social, luchar contra la marginación y favorecer la incorporación de los inmigrantes a la sociedad de acogida: entre otras cosas, mediante su inserción en el mercado laboral.
Está financiada por la Fundacion Raval Solidari, constituida con ocasión del centenario de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
El Raval de Barcelona
El Raval, un barrio antiguo situado en el centro de Barcelona, ha sido la puerta de entrada de gran parte de los miles de inmigrantes que han llegado a la ciudad en los últimos años. Su población es de unas 42.000 personas, de las que algo más de una tercera parte son extranjeros de nacimiento o de origen. Aquí conviven gentes de muy diferentes nacionalidades que deben afrontar carencias de todo tipo y de que de hecho están generando nuevos guetos. Uno de los muchos problemas del Raval es el del desempleo, que registra en estos ambientes cifras muy elevadas y que no hace sino alimentar la marginación.
Entidades públicas y privadas trabajan para mejorar las condiciones de vida del barrio, que ya antes la actual oleada de inmigrantes había sido un foco de marginación y delincuencia famoso. Su rehabilitación empezó por la reordenación del territorio: se derribaron casas y manzanas enteras, se construyeron calles, plazas y avenidas ... Pero las inversiones urbanísticas no son suficientes. Para regenerar el barrio se necesita una atención personal que llegue a la raíz de los problemas de sus habitantes.
Rafa Peró, uno de los responsables de Braval, es consciente del “ambiente hostil” que rodea a los niños inmigrantes del Raval. El reto es ayudarles a que lleguen a ser personas “con valores verdaderos, es decir, no los que por desgracia se ven en la calle”, afirma.
Chicos de todo el mundo
Chavi, un joven filipino, asegura que en Braval “se te trata por lo que eres”. No se hacen distinciones entre los que frecuentan el centro, por lo que no es de extrañar encontrar a gente muy diferente compartiendo estudio, juegos e ilusiones. Porque en Braval hay ilusión. Víctor, un peruano de 12 años, quiere ser mecánico o doctor, mientras que Youssef, un marroquí de 13, quiere jugar con la selección de su país, al que sueña con volver cada verano.
Jorge, también de 13 años, es un dominicano que sabe que las calles del Raval pueden ser peligrosos para los chicos de su edad. “Yo no me ‘ajunto’ con los que están en la calle porque me puedo meter en líos. Yo no soy de esa gente que les gusta meterse en problemas”. Hace un año, se apuntó al equipo de fútbol de Braval, donde juega con algunos de sus amigos. Se ha marcado un objetivo ambicioso: “llegar a jugar en el Español”, uno de los equipos de primera división con que cuenta Barcelona. Sabe que es una meta difícil y que quizá no lo alcance, pero en cualquier caso tiene muy claro cuáles son, por encima de ese objetivo, sus prioridades en la vida: “quiero ser una buena persona, con estudios y con trabajo”.
En el primer año de funcionamiento, han participado en los programas de Braval cerca de 200 chicos de veinte países diferentes. El centro está abierto a todo el barrio, con independencia de la procedencia o el credo de cada uno, aunque se procura hacer especial incidencia en el colectivo de reciente inmigración, y de hecho el 70% de los chavales que acuden a las actividades son hijos de inmigrantes.
Algunos datos del barrio del Raval
- 42.000 habitantes.
- 20.000 habitantes por Km2.
- 36% de inmigrantes (3% en el conjunto de España).
- 20.000 viviendas muy envejecidas.
- 1.250 viviendas en subarrendamiento, donde en muchos casos se concentran personas sin documentación.
- 17.000 ancianos. 87% autóctonos.
- 3.000 personas mayores que viven solas.
- 6.000 menores, 2.000 hijos de inmigrantes.
- 1.000 personas en paro estructural y una alta concentración de personas “sin techo”.
Programa deportivo multiétnico
En atención a la importancia que tiene el deporte para favorecer la cohesión social, Braval comenzó sus actividades con el programa deportivo multiétnico. Participan conjuntamente jugadores procedentes de diferentes países y etnias, que compiten en los campeonatos escolares de fútbol, fútbol sala y baloncesto. Para desarrollar este programa se contó desde el primer momento con la colaboración de la Escuela Deportiva Brafa.
El deporte aúna voluntades, crea amistades y enseña a vivir de una forma sana. Y además ayuda a que los más jóvenes participen luego en los programas socioeducativos de Braval. De esta manera se incide directamente en su estudio y se les facilita su inserción en el mercado laboral.
Programa 1 @ 1
Este programa se propone motivar a los menores de 16 años en sus estudios. Transmite una visión positiva del trabajo, junto con afanes de superación y de servicio, y por medio de la colaboración de voluntarios se les ayuda, a cada uno individualmente, a superar la enseñanza secundaria obligatoria (ESO). Al mismo tiempo, el afecto y la comprensión que reciben por parte de los voluntarios facilita la comunicación de hábitos y comportamientos propios de la sociedad a la que se han incorporado.
Programa de verano
Este programa de un mes de duración, combina aspectos culturales y deportivos con excursiones y actividades que ayudan a promover la convivencia entre los participantes y permiten conocer mejor el país.
Programa ocupacional
Dirigido a jóvenes mayores de 16 años que no han superado la ESO. Se les ofrece una formación profesional básica para incorporarse al mundo laboral o para poder proseguir sus estudios. Como dice Josep Masabeu, director de Braval, “aquí la labor de voluntario es fundamental, ya que acompaña y realiza una tarea de seguimiento para que realmente el alumno acabe el curso y se produzca con efectividad su inserción laboral”.
Programa Trinitat Vella
Braval tomó la iniciativa de organizar un torneo con los reclusos de la prisión de jóvenes de Barcelona. Tienen entre 18 y 25 años, y entre ellos hay un alto porcentaje de extranjeros. Los voluntarios de Braval son adultos que provienen de una docena de países y que han formado sus propios equipos, con los que acuden a jugar dentro de la prisión.
En un número reciente de la revista del centro penitenciario de jóvenes se lee: “Amigos de Braval, desde el C.P. Joves os agradecemos vuestra inestimable colaboración y os animamos a que nos sigáis ofreciendo el espejo donde mirarnos para alcanzar los objetivos socializadores que nos hemos propuesto” (Revista “A tu grundi”, núm 5, noviembre-enero 2001-02) .
El voluntariado
Todos los programa de Braval están dirigidos por profesionales de la pedagogía y sostenidos por voluntarios: actualmente son más de 60, la mayoría universitarios, aunque los hay de todas las edades, procedencias sociales, opiniones y creencias. Ponen su experiencia y sus aptitudes al servicio de los demás, cada uno en la medida de sus posibilidades e intereses. Su ejemplo los ha convertido ya, de hecho, en un referente muy positivo para los jóvenes del barrio.
Los voluntarios saben que Braval nace muy unido a la celebración del centenario de San Josemaría Escrivá. En su labor tienen presente que, como decía el Fundador del Opus Dei, cada cristiano ha de “ser uno más entre sus hermanos los hombres, de cuya vida participa, con quienes se alegra, con los que colabora, amando el mundo y todas las cosas buenas que hay en el mundo, utilizando todas las cosas creadas para resolver los problemas de la vida humana, y para establecer el ambiente espiritual y material que facilita el desarrollo de las personas y de las comunidades” (Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, 110).
Algunos voluntarios han sido antes beneficiarios de los programas de Braval, como Hans Magno, filipino. Hay chicos que quieren voluntarios en el futuro, como Rashid, que afirma que desea “ir a la universidad y, además, ser voluntario de Braval”. Rashid es musulmán. Nació en Damasco, aunque su familia proviene de Islamabad (Pakistán). “Nos trasladamos a España hace cinco años y ahora mi padre regenta una tienda de ultramarinos en el Raval”. Hace más de un año empezó a asistir a las actividades de Braval. “A mi Braval me encanta. Me ayuda un montón. Tengo un sitio donde hacer los deberes y donde encontrar buenos amigos”. No le importa de qué nacionalidad sean. Es y se considera de totalmente de aquí.
Inauguración del nuevo local
Más de 200 personas, la mayor parte familias del barrio, asistieron el pasado 5 de junio al acto de presentación de las actividades de Braval. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, señaló que “la integración se hace mucho más fácilmente a partir del momento en que la persona que viene a Cataluña tiene un poco de formación y de trabajo, y esto es lo que se propone esta ONG”. El Cardenal Arzobispo de Barcelona, Ricard María Carles, bendijo los nuevos locales.
También intervino en el acto Hans, que explicó su doble experiencia: primero como persona ayudada y después como voluntario que ayuda a los demás. Acabó diciendo: “Animo a todo el mundo a que haga de voluntario. Todos son necesarios. Todos tienen cosas que aportar. Nunca es tarde para empezar; cualquier edad sirve, cualquier mañana, o tarde, o noche es buena. ¡Esta tarde mismo podéis empezar!. Las madres de los participantes prepararon una merienda que permitió a los asistentes al acto degustar especialidades culinarias de culturas muy variadas.
Diversidad y respeto
En Braval hay clases de formación, y los chicos que lo desean reciben educación cristiana, siempre con un gran respeto a la diversidad religiosa. “No te preguntan de qué partido eres –afirma Rashid- o cuál es tu religión, sino que te ayudan. No te dicen lo que tienes que creer, eso es sagrado”.
Josep Masabeu afirma que “es importante compartir un modelo de civilización, una concepción básica de la persona, y respetar los deberes y derechos que conforman la convivencia. Esto es lo que proponemos a los jóvenes con el ejemplo y dedicación de los voluntarios, a través de nuestras actividades.
Braval nació para dar soluciones concretas a problemas reales. A las cifras preocupantes del barrio opone datos esperanzadores. Porque en el Raval viven personas con problemas y necesidades inmediatas, pero también con ilusiones y esperanzas, y en muchos casos con deseos de contribuir a cohesionar la sociedad en la que viven. Para ello muestran el valor positivo de la diversidad cultural y el afán de superar las desigualdades y la discriminación que originan las migraciones. Y es que en Braval también aprenden los que enseñan.
Texto: Eugeni Xalabarder
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Mail braval@braval.org
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